· Hoy eliminaré de mi agenda dos días: ayer y mañana. Ayer fue para aprender y mañana será la consecuencia de lo que hoy pueda realizar.
· Hoy me enfrentaré a la vida con la convicción de que este día jamás volverá.
· Hoy es la última oportunidad que tengo de vivir intensamente, pues nadie me asegura que mañana volveré a amanecer.
· Hoy tendré la audacia de no dejar pasar ninguna oportunidad, mi única alternativa es la de triunfar.
· Hoy invertiré mi recurso mas importante: mi tiempo, en la obra más trascendental: mi vida; cada minuto lo viviré apasionadamente para hacer de hoy un día diferente y único en mi existencia.
· Hoy desafiaré cada obstáculo que se me presenta con la fe de que venceré.
· Hoy seré la resistencia al pesimismo y conquistaré al mundo con una sonrisa, con la actitud de esperar siempre lo mejor.
· Hoy haré de cada tarea ordinaria una expresión sublime,
· Hoy tendré los pies en la tierra comprendiendo la realidad y la mirada en las estrellas para inventar mi porvenir.
· Hoy tendré tiempo de ser feliz y dejaré mi huella y mi presencia en el corazón de los demás.
· Hoy empezaré un tiempo nuevo donde sueñe que es posible cuanto me propongo y lo realice con alegría y dignidad.
· Hoy voy a reconocerme totalmente dependiente de Dios para que su suficiencia y capacidades ilimitadas me hagan el mejor.
· Hoy y desde hoy ejercitaré la misericordia de la forma que Jesucristo lo hace conmigo, no cobrándome los errores de la forma que lo hago con mis prójimos y sujetándome a la ley que debo a amar a los otros como me amo a mí mismo.
· Pero antes que nada: Hoy reconoceré que soy lo que soy por la gracia de Dios y sin ella no tendría ni Hoy, ni Mañana.
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